viernes, 30 de agosto de 2013

Capitulo 4

-          Blancanieves – Llamé a Robert, pero ni se dignó a mirarme.
-          Robert – Lo intenté otra vez diciendo su nombre
-          Dime Sophie, ¿sabes? Te tengo que poner un mote que no te guste para fastidiarte.
-          Haz lo que quieras, ¿tenemos algo del asesino?
-          Han encontrado un coche mal aparcado en Jeremy Street a nombre de Aaron Rodríguez, dicen que el vehículo lleva ahí dos días sin haberse movido.
-          ¿Hispano? – Pregunté porque el apellido no es que se diga corriente
-          Sí, es de Venezuela, su padre es uno de los grandes capos de la droga. ¿Crees que Ryman estaba metido en la droga?
-          Hombre, con la vida que llevaba de famoso de reality, no me extrañaría, en absoluto. ¿Hemos conseguido ya las cámaras del banco?
-          Sí, y revisándolo se puede ver a Aaron merodeando por la zona del crimen.
-          Llama a Margaret a ver si había alguna sustancia nociva en el cuerpo de la victima. – le ordené a Robert
-          Ahora vuelvo. – me dijo mientras tecleaba el número de la médico forense.
Me puse a mirar la pizarra, si que perfectamente podría haber sido un ajuste de cuentas entre bandas de la droga o que Byron hubiera traicionado a Tony Rodríguez y lo hubieran llamado ejecutar, pero sería un tanto raro. Cogí el teléfono y di orden de que trajeran a Aaron Rodríguez a un interrogarlo aquí, en comisaría.
Al cabo de unos diez minutos, el teléfono de mi mesa sonó, lo saqué su soporte y le dí al botón verde de ‘descolgar’
-          ¿Sí? – Dije
-          ¿Detective Mcphee?
-          Sí, soy yo, ¿Qué ocurre? – Cuestioné
-          Hemos ido en busca de Aaron Rodriguez en su casa en West Kilburn y estaba intentando salir por la escalera de incendios, lo llevamos de camino a la comisaria.
-          De acuerdo, les espero, cuando lleguen, llamo a Robert y vamos hacia la sala de interrogatorios.
-          Hasta luego. – dijo
-          Adiós y gracias. – Finalicé la conversación y colgué el telefono.
Y ahora a llamar a Robert a ver si Ryman tenía alguna droga en el cuerpo. Busqué el número de ‘Blancanieves’ (lo tenía puesto así en mi lista de contactos) y llamé:
-          Blancanieves, ¿había alguna sustancia en el cuerpo de la víctima?
-          Como vuelvas a llamarme Blancanieves dejo de ser tu compañero – me reí, sabía que le encantaba que trabajáramos juntos.
-          OK, Robert – haciendo énfasis en su nombre – ¿había alguna sustancia en el cuerpo de la víctima?
-          Eso está mejor – dijo con un toque de humor – sí, en su sangre había insulina, pero por lo demás esta limpio…
-          ¿Solamente insulina? – Le interrumpí - ¿Acaso era diabético? ¿Su ficha médica decía algo?
-          Para el carro Sophie – ahora me interrumpió el a mí – había una sustancia que no tenemos registrada en las bases de datos, podría ser una nueva droga, como que un medicamento, no tengo ni idea.
-          Dile a Margaret que investigue la sustancia esa
-          OK
-          Vale, Robert sube a la sala de interrogatorios que nos van a traer a Aaron.
-          Estoy arriba en cinco minutos – y colgó.
Sabía que a Johnson le encantaban los interrogatorios, era como un niño pequeño cuando se trataba de uno. Como dijo el en poco tiempo estuvo al lado de mi mesa. Le saludé con la mano y nos dirigimos hacia la sala de interrogatorios, normalmente el se quedaba detrás de la pared falsa, es decir, desde dentro se ve como un muro normal y corriente, pero desde la sala contigua se ve como una ventana y se escucha mediante micrófonos que hay instalados.
Tardamos unos quince minutos en tener a Aaron sentado en la mesa de interrogatorios, mientras nosotros estábamos en la sala contigua observándolo cuando Robert me llamó:
-          Sophie
-          Dime
-          ¿Crees que hablará? – preguntó
-          No creo, pero oye, por intentarlo no perdemos nada
-          De acuerdo, buena suerte.
Cogí la carpeta que había encima de una mesa de madera de pino y salí por la puerta cerrándola tras de mi, para entrar en la sala de interrogatorios.
-          ¿Me podría decir de que se me acusa? – me espetó nada más pasar el umbral de la puerta
-          Se le acusa de asesinato.
-          ¿Asesinato? ¿A quién he supuestamente asesinado? – preguntó
-          Byron Ryman, - le enseñé la foto en la que se le veía perfectamente en la zona del crimen dentro de la franja horaria del asesinato - ¿me va a negar que no es usted?
-          No, no lo niego, y además estaba saliendo del Ritz y de su habitación pero cuando yo me fui, alrededor de las cinco y media de la mañana estaba vivo, mire la hora de la foto, 5:37am, llame a la forense porque lo debieron de matar después de irme yo.
-          Lo comprobaremos, y ahora cuénteme de que conocía al señor Ryman.
-          Me encontré con el un día en una discoteca del centro, y nos caímos bien y nos volvimos a encontrar un par de veces en el mismo lugar, pero nada más, solo éramos amigos – sabia que mentía, que no eran solo amigos, se le veía un brillo especial y a la vez triste.
-          Vale, puede irse, pero no salga de la ciudad hasta resolver el caso.

-          De acuerdo, gracias inspectora – me dijo.
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Aquí teneis el capitulo 4 mis lectores, me he tenido que hacer un twitter nuevo @Wecantstop99 ya que el otro me lo han suspendido hasta no se cuando (malditos los de twitter) y eso, que muchas gracias por leer mi novela y al que ha puesto que no le gusta nada:

Y ya sabéis comentar que es gratis y no os va a costar nada y cuantos más comentarios tenga antes subiré capitulo. Muchas gracias por leer.


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